Hay personas a las que les encanta hablar de ellas mismas una y otra vez, pero no soy de esas.

La verdad es que mi socio me obligó a escribir esta entrada bajo amenaza de no volver a hacerme esas tostadas de higos y queso que tan buenas están y por ahí no paso. 

No os imagináis la explosión de sabor que tienen. 

Bueno, que me pierdo entre palabras. 

Yo es que soy más de cocinar, hornear y decorar que de hablar. 

Aunque cuando me pongo a hablar tampoco es que me quede corta en palabras. 

Soy algo rara, y ¿quién no?

Debería haber empezado por el principio. 

Me llamo Lara Köhler, nací en 1982 en la preciosa Vitoria-Gasteiz. 

Desde pequeña sentí pasión por la cocina y, sobre todo, por la receta de Lemon pie. Por su sabor, por su color, su olor y porque me recuerda a mi padre, que murió cuando era muy pequeña. 

Comencé a meter las manos en harina muy pequeña, mientras mi hermana gemela cantaba y actuaba delante de un espejo. Yo no heredé ese don de convertirme en diferentes personas, a mí se me ve llegar… más bien se me huele llegar. No soy capaz de quitarme el olor de las tartas o galletas. 

Mi carrera empezó ahí, Mientras Elisa cantaba una de Minelli y yo buscaba en internet (aquel que hacía ruido y tardabas tres horas en poder conectarte a una web) recetas de galletas. 

Estudié en Eshob en Barcelona y más tarde en la Escuela Maria Selyanina (menudo escándalo saltó en la escuela, no os lo imagináis).

Tras trabajar en muchos restaurantes de la ciudad condal, yo lo que quería era volver a casa, llenar Vitoria con mis postres, dulces y tartas, por lo que con mi socio Nic, la locura de ambos y muchas horas de trabajo, Sweet Caroline surgió en 2008. 

Soy una apasionada de las nuevas tecnologías y de las redes sociales. 

A partir de hoy comenzaré a compartir las recetas que más gustan de la Bakery y alguna sorpresa más. 

Nunca se sabe hasta dónde te va a llevar una buena comida. 

Ya me entendéis y si no lo hacéis, pasaos por la web y navegar hasta encontrar vuestro plato favorito. 

Pero si aún así, tenéis dudas, pasaos por Sweet Caroline y os haré el mejor desayuno, brunch o merienda que os apetezca. Porque en esta casa, nunca es tarde para desayunar y ningún día es más perfecto que un domingo para un buen brunch. 

Bienvenidos a vuestra casa, sweeties.