La frittata es una elaboración clásica de la cocina italiana.
La frittata es una especie de tortilla cuajada en el horno, con la ventaja de que no hay que girarla y de que se mancha muy poco la cocina. Mientras que se va cocinando, podéis preparar una ensalada y en poco más de media hora tener una comida completa para estos días perezosos de verano.
Ingredientes para cuatro personas
400 gramos de champiñones Portobello
200 gramos de espinaca fresca
1 puerro
4 huevos
50 ml de leche
50 gramos de queso
3 cucharadas de AOVE
2 dientes de ajo
Sal y pimienta al gusto
Elaboración
Comenzaremos precalentando el horno a 150 grados con calor arriba y abajo. Después engrasamos un molde redondo de unos 23 centímetros de diámetro con unas gotas de aceite, y forramos su base con papel de horno. En una sartén ponemos el aceite a calentar y salteamos los ajos picados así como el puerro cortado en rodajas finas.
Añadimos los champiñones portobello picados en trozos, y los cocinamos hasta que estén casi tiernos. Añadimos los brotes de espinacas y los salteamos con el resto de hortalizas durante cinco minutos.
En un bol batimos los huevos con un pellizco de sal, añadimos el queso rallado, la leche y añadimos las verduras salteadas. Pasamos la mezcla al molde y horneamos durante 30 minutos o hasta que se vea la mezcla cuajada.
Con qué acompañar la frittata
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